La calidad de vida es un concepto al que se le está dando una relevancia creciente, y no es para menos. ¿Quieres saber por qué? Aquí te lo explicamos con detalle.
La calidad de vida: tan importante es vivir mucho como vivir bien
El aumento de la esperanza de vida en las últimas décadas ha hecho que vivir 80 o más años, en los países occidentales, sea lo habitual. Esto hace que muchas personas pongan el foco en el cómo, más que en el qué. La calidad de vida se refiere a todos aquellos aspectos que contribuyen a que nuestra existencia sea más plácida y feliz. Las variables engloban varios campos, básicamente objetivos, aunque pueda haber algunos que se presten a una mayor subjetividad. Son los siguientes:
Riqueza
Una cuestión básica es que las necesidades materiales estén cubiertas. No en vano, es difícil una vida plena si la persona tiene, constantemente, problemas para mantenerse. En consecuencia, aquí nos referiremos a que tengas unos ingresos dignos que te permitan sostenerte todos los meses. Por lo tanto, este es un primer aspecto que vale la pena tener en cuenta. Tener cubierto este aspecto es equivalente a que nuestras necesidades fisiológicas lo estén.
Condiciones laborales
Las condiciones laborales son un segundo punto que también incide en una vida de calidad. Es posible que consigas cubrir con tu salario tus necesidades materiales, pero unas condiciones laborales poco atractivas tampoco ayudarán a tu bienestar. Al final, buscar el equilibrio es un aspecto central. O dicho de otra manera, la idea es que se trabaje para vivir, no que se viva para trabajar.
Salud
La salud es otro de los elementos clave que determinan una buena calidad de vida. Cierto es que los avances médicos permiten vivir más, pero en ocasiones esta vida se prolonga de forma lamentable. Por ese mismo motivo, tener una buena salud es esencial para poder vivir en buenas condiciones. En este sentido, los buenos hábitos se convierten en una palanca más importante que nunca para alcanzar ese objetivo.
Seguridad personal
La seguridad personal siempre ha estado asociada como una de las cuestiones básicas para una vida digna. Tener la certeza de que no se van a recibir agresiones es sumamente importante para que hablemos de una vida de calidad. Allí donde la delincuencia es habitual, resulta difícil tener unas condiciones de existencia plácidas.
Relaciones sociales y afectivas
Las relaciones sociales y afectivas, finalmente, constituyen otro de los pilares para medir la calidad de nuestra existencia. Y está de hecho demostrado que las personas con una vida social y afectiva satisfactoria tienden a vivir más. Tener con quien hablar, comunicarse y compartir experiencias se convierte en una cuestión fundamental. Eso sí, las relaciones sociales y afectivas tienen que ser de buena calidad.
Conclusión
La calidad de vida va mucho más allá de lo que indica la genética, de manera que vale la pena pararse y reflexionar sobre lo que nosotros podemos hacer al respecto. Y hay que señalar que esto ayudará a que te sientas mejor. En Emocodificación te ayudo a derribar esos patrones limitantes para que tengas una vida más plena. ¡Contáctame!