Probablemente, uno de los principales debates en la filosofía está en si la entropía modifica las condiciones históricas o si, por el contrario, el mito del eterno retorno que predomina en los sistemas de pensamiento oriental se reproduce en la realidad.
Bien, sin ánimo de explicar grandes teorías, sí consideramos que algo de verdad hay en ambos aspectos, pero queremos hacer hincapié en el aspecto cíclico de la existencia y en los datos que apoyan este paradigma.
En primer lugar, conviene recordar que el cuerpo humano funciona en base a biorritmos que se deben a la propia configuración del organismo, pero también a factores externos como la climatología. No es necesario recordar que en verano apetece más salir a la calle que invierno, sin ir más lejos. Por otra parte, el ser humano durante su desarrollo tiene cambios hormonales y estos influyen en gran medida en cómo interactúa con el mundo.
En segundo lugar, esta cuestión también la podemos aplicar a las etapas que vivimos en nuestras vidas. Hay momentos en que somos más locuaces y tenemos ganas de relacionarnos y expandirnos, mientras que habrá momentos en que preferimos estar más retraídos. Conviene dejar claro que tener una época de soledad no es, en absoluto, equivalente a la depresión; simplemente, necesitas más tiempo para estar contigo mismo.
Dicho esto, los ciclos existen, pero no determinan todo lo que hacemos en nuestras vidas. Yo lo comparo con una inercia que puedes aprovechar o no a tu favor, aunque el esfuerzo lo tendrás que hacer tú. En cambio, si simplemente, caes en la indolencia, va a ser igual que las condiciones externas no las aproveches; simplemente, dejarás pasar el tren, como hace mucha gente.
Por lo tanto, conocer estas circunstancias te ha de servir para sacar el máximo partido a tus cualidades y surfear encima de la ola, según lo que te convenga en cada momento. Quizás estés en un momento de tu vida en el que, por tu trabajo o estudios, tienes oportunidad de conocer a nuevas personas; pero también es posible que las conozcas porque te apetece ir a tomar una copa. Si te apetece socializar, lo vas a poder hacer y, si no te apetece, también.
Si las cosas van mal, no utilices los ciclos como justificación, sino que, teniendo en cuenta que esa realidad existe, pregúntate qué puedes mejorar tú para que las cosas te vayan mejor en la vida. La diferencia entre empoderarte o dejar que otros factores gobiernen tu existencia está ahí; aunque el contexto sea difícil, una persona que cree en lo que tiene que hacer no se arrugará, mientras que aquella con problemas profundos lo utilizará como excusa para no hacer nada.
En Emocodificación y Sanación Genética somos conocedores de que el ser humano pasa por distintos ciclos a lo largo de su existencia, tanto a corto como a largo plazo, y podemos señalarlos para ayudarte a sanar una situación dolorosa que te impide avanzar. Estamos a tu disposición.