Decir “no” para crecer

Comparte este contenido

Decir “no” es un acto de liberación y empoderamiento ante situaciones con las que no estamos de acuerdo o que consideramos abusivas y, sin embargo, es una de las cosas que más le cuesta a muchas personas.

En primer lugar, es interesante decir que, muchas veces, el no saber decir que “no” obedece a una falta de autoestima por la cual pensamos que, si ponemos límites, no va a haber quien nos acepte. Esta actitud, más o menos habitual durante la niñez o la adolescencia, se va atemperando a medida que cumplimos años y maduramos, pues vemos que la realidad no es así.

Ahora bien, pongámonos en lo peor y afirmemos que, efectivamente, por decir “no” vamos a sufrir el rechazo de algunas personas. La pregunta es, ¿vale la pena la situación anterior? Y, realmente, es ahí donde está el mayor problema.

Hay personas que hacen el cálculo de que, si transigen, van a complacer a alguien y conseguirán su atención o cariño. No es algo que yo critique porque, a fin de cuentas, en todas las relaciones humanas hay algo de intercambio, más o menos material. La cuestión es que cada vez se recibe una compensa más pequeña y a cambio uno queda anulado como persona; por desgracia, este es el patrón común de muchas relaciones en las que hay maltrato.

Hay, además, algo que sucede cuando empezamos a decir “no”. Si bien es cierto que nos cuesta al principio, luego va a resultar más fácil pero es que, además, al respetarnos dejaremos de atraer personas que se quieran aprovechar de nosotros porque emanamos algo diferente y eso se percibe, directa o indirectamente.

Ahora bien, hemos de recordar que la asertividad consiste en decir “no”, pero hay que hacerlo a partir de la madurez. De la misma manera que no es maduro decir que sí a todo, tampoco lo es oponerse por norma. En el primer caso, cometemos el tic más común de la infancia; en el segundo caso, lo típico de la adolescencia.

Lo ideal es ir construyendo un criterio a lo largo de la vida, y decir “sí” o “no” en función de nuestros principios, pero también tener presente que evolucionamos y que el pasado no nos tiene por qué atar de por vida ni condicionar. Podemos estar de acuerdo con cosas a las que nos oponíamos en el pasado y viceversa, y no hay por qué hacer un drama de ello.

 

 

Subscribete a las novedades

Mantente siempre infrormado

Explorar más contenido

neuronas
emocodificacion

¿Cuánto viven las neuronas?

Las neuronas son elementos indispensables para transmitir los impulsos nerviosos del cerebro y que este funcione. Por lo tant, tener el suficiente número, y en buena salud, es clave. ¿Quieres saber cuánto viven las neuronas y qué puedes hacer para que vivan más? ¡Te interesa este artículo! La vida media de las neuronas Lo primero

relación paternofilial
emocodificacion

Relación paternofilial: por qué algunos hijos no visitan a sus padres

La relación paternofilial, cuando los hijos son mayores y están emancipados, puede ser algo compleja, porque ya no hay un elemento de autoridad. Aquí explicamos por qué algunos hijos no visitan a sus padres. Problemas en la relación paternofilial cuando los hijos son adultos Estamos en una sociedad en la que cada vez más personas

Camina hacia la puerta que lleva a tu Bienestar

A tu bienestar físico y emocional recuperando tu vida

con-10-minutos-al-dia-emocodificacion
small_c_popup.png

Contactar

Te contestaremos lo antes posible