Si bien el estrés es una reacción adaptativa del cuerpo, también lo podemos entender como un mensaje relacionado con alguna esfera de la personalidad. Precisamente, es este el motivo por el que, si nos limitamos a analizar la reacción fisiológica que lo produce, nos quedaremos sin mucha información.
Una vez que sabemos que una situación nos produce estrés, sobre todo cuando la hemos vivido varias veces, convendrá separar el grano de la paja y saber si, por ejemplo, es una reacción aislada o, por el contrario, tiene un carácter estructural con alguna carencia. Si bien es cierto que herramientas como el psicoanálisis pueden ser muy útiles, aconsejamos un enfoque multidisciplinar porque es el que nos ayudará a conocer la verdad.
Puede suceder que una persona tenga poca experiencia en las relaciones amorosas y que, debido a que el tiempo va pasando, esa timidez se enquiste. La respuesta ante un estímulo puede resultar más virulenta por el desconocimiento, más que por el hecho de haber tenido experiencias negativas. Por lo tanto, hablamos de un caso donde la reacción se sobredimensiona debido a las circunstancias personales.
Dicho de otra manera, si somos capaces de entender por qué algo nos da miedo, tendremos más posibilidades de afrontarlo con garantías y, en definitiva, de superarlo satisfactoriamente. Al ser una unión de cuerpo, alma y espíritu, no podemos entender nuestras distintas vertientes disociadas la una de la otra. Si bien en el pasado estas situaciones se vivían de forma puntual y pocas veces a partir de la edad adulta, hoy no se puede disociar del desarrollo económico y social.
No vamos a ser nosotros los que cuestionemos la efectividad de los fármacos, puesto que millones de personas han mejorado su calidad de vida gracias a estos. Ahora bien, y existe un cierto consenso en este aspecto, es preferible ir a la raíz que origina el problema para evitar que este se vuelva a manifestar. Entender que lo que se manifiesta en el exterior se ha larvado en el interior es importantísimo para seguir avanzando con garantías en la vida.
Finalmente, destacar que en Emocodificación y Sanación Genética somos conscientes de esta situación y, por eso, trabajamos en buscar la raíz del problema para evitar su repetición. Sanar conflictos y traumas del pasado es la forma de garantizar que no se repetirán en el futuro. Concibiendo el estrés como un mensaje de nuestro organismo para reequilibrarlo tendremos más oportunidades de crecimiento.