Mucho se ha escrito acerca del Feng Shui como disciplina con efectos terapéuticos. En este artículo, te explicaremos en qué consiste, sus beneficios y relación con otras disciplinas profesionales. Finalmente, te decimos cómo te podemos echar una mano para que aproveches mejor esta posibilidad.
Hay que tener en cuenta, antes de nada, que los sistemas filosóficos del Extremo Oriente inciden en la necesidad del equilibrio sobre toras consideraciones. El Tao insiste, además, en la integración de los conceptos contrarios. Por lo tanto, no se trata tanto de eliminar una parte que no nos guste sino, más bien, de que esté en el lugar que le corresponde, ni más ni menos. Pensemos una cosa: a la mayoría de la gente no le gusta el desorden ni lo considera el estado ideal, aunque pueda convivir con él.
El Feng Shui nace, pues, como una disciplina de decoración que busca la harmonía en el entorno. De la misma manera que determinados colores influyen positivamente en la percepción porque son considerados como sanadores, la ubicación de los objetos de forma estratégica también tiene importancia. La idea es que la energía vital (chi) fluya libremente, y que lo haga de forma liberadora para el individuo.
Es importante indicar que el Feng Shui se puede aplicar indistintamente a la residencia o al lugar de trabajo. Por ejemplo, si alguien va a construir una casa, la orientación de las estancias será importante porque, para la cosmovisión tradicional taoísta, lo es. Es sorprendente que los occidentales necesitemos siglos de desarrollo científico mientras que este compendio de saberes tradicionales ya llegó a conclusiones similares. En realidad, han sido dos formas distintas de llegar al mismo punto, aunque el Feng Shui está planteado desde el saber tradicional.
La concepción de orden y harmonía, sin embargo, sí está extendida en todas las culturas, de una u otra forma. Lo curioso del Feng Shui es que, al aplicarse a la decoración u orientación de los inmuebles, refleja hacia afuera lo que tenemos dentro. Hoy la decoración profesional asume esta técnica con notable éxito, puesto que hay un número creciente de clientes que apuestan por su implementación. Por lo tanto, ofrece un elemento adicional que tienes que considerar si tienes intención de mejorar en tu día a día, generando una energía positiva. Lo que sí es cierto y está demostrado es que los entornos que nos agradan contribuyen a que tengamos ganas de hacer cosas y a sentirnos mejor.
Lo cierto es que, si no tenemos orden dentro, difícilmente lo tendremos fuera; trastornos como el síndrome de Diógenes, por ejemplo, serían un ejemplo extremo del desorden. Hay que decir, pues, que estas técnicas pueden ayudar, siempre y cuando tengamos un sentido interno del equilibrio, y nos retroalimentarán en positivo. Si no es así, el recorrido que tienen es limitado.
En Emocodificación y Sanación Genética te podemos echar una mano si tienes algún conflicto existencial que te impide avanzar, comprendiendo y sanando. Estamos a tu disposición para que vuelvas a tomar el control de tu vida.