Estamos de acuerdo en que, como principio general, es mejor no comparar. A fin de cuentas, cada persona es una e irrepetible y el problema de etiquetar es que reduce las opciones. No obstante, el valor de los arquetipos te permite detectar una serie de patrones comunes que pueden ser muy útiles. Por este motivo, hemos decidido hacer un artículo que hable de ellos con algo más de detalle. Desde sus albores, la Humanidad ha buscado representaciones de lo que sucedía, de una u otra forma.
La utilización de los arquetipos
Los arquetipos siempre han existido y los estudios en antropología demuestran que, en los diferentes países, hay un sustrato común interesante. Figuras representativas del bien o del mal existen en todas las culturas con distintos nombres y en la misma época. Saber eso nos permite ver que, con matices, en todo el mundo hay una clasificación semejante de lo bueno, lo malo y de determinadas situaciones vitales.
Además, el psicoanálisis encontró equivalencias entre los arcanos del tarot y determinados arquetipos. Carl Gustav Jung hizo estudios muy interesantes al respecto, incidiendo en esa importancia. Lo bueno de esos estudios es que no solo se representaba el bien o el mal o determinados personajes, sino los estados de duda, cambio o felicidad. De esta manera, se podía ver fácilmente cómo se representan las distintas situaciones por las que pasamos. Si lo viéramos de esa manera, los arquetipos serían un mapa para el aprendizaje. Lo que sucede es que, en muchas ocasiones, no aprendemos lo suficiente.
De alguna manera, un arquetipo nos servirá para encontrar patrones de comportamiento comunes. De esta forma, tendremos ventaja para saber cómo hemos de actuar ante un determinado contexto. No hay que olvidar que esta cuestión es fundamental para evitar problemas. A medio plazo, el autoconocimiento es una de las llaves para la felicidad.
Mejora tus relaciones con los demás
Una vez que conozcas el poder de los arquetipos, los puedes utilizar a tu favor. En algunos casos, asumiendo tú el papel. En otras ocasiones (las más comunes), comprobando cómo las otras personas actúan. Lo cierto es que la vida en ocasiones se parece a una obra de teatro en la que cada uno ocupa su lugar. Ahora bien, si tú conoces esta dinámica, la puedes mover a tu favor y que no te afecte.
En la mayoría de las ocasiones, la experiencia es un grado. Acabamos identificando determinados arquetipos y, en función de lo que nos interese, cooperamos o no. Pero también es posible que, por influencia de nuestra infancia o adolescencia, estemos asumiendo arquetipos que no nos hacen felices. El problema es que, casi siempre, no somos conscientes del papel que estamos jugando. Por este motivo, conocer lo que sucede es fundamental para poder tomar decisiones.
Si quieres ganar en consciencia a la hora de relacionarte con los demás, te podemos ayudar. En Emocodificación y Sanación Genética tenemos todo lo necesario para ver si estás asumiendo un arquetipo. Estamos a tu disposición para que mejores tus relaciones.