La fibromialgia es una de las dolencias que más controversia causan en la comunidad científica y, de hecho, su diagnóstico se ha tenido que realizar a través de una convención que la mide en términos cuantitativos. Aunque ya en el siglo XVIII se hablaba de esta dolencia, su nomenclatura oficial es relativamente reciente.
La fibromialgia se caracteriza por un estado de agotamiento general y por dolores generalizados en varias zonas del cuerpo, tanto en los huesos como en los músculos. Si bien se suele dar en personas de 20 años en adelante, cada vez más son los niños que la padecen y es muy común en las personas de mediana edad. Otro punto a tener en cuenta es que, aunque se puede dar en ambos sexos, 9 de cada 10 casos son de mujeres. Es verdad que hay criterios variables en función de los estudios, pero se calcula que, como mínimo, un 2 % de la población adulta la padece.
Esta dolencia se detecta mediante un total de 18 puntos distribuidos por el cuerpo. Ahora bien, es importante tener en cuenta que el diagnóstico de la fibromialgia se realiza a partir de un determinado número. Decimos esto porque, aunque la ciencia avanza, se han encontrado varios casos de problemas para diagnosticarla. De hecho, la OMS se decidió a incluirla como dolencia solo a partir de 1992.
En cualquier caso, las personas que padecen fibromialgia tienen dificultades para la vida diaria. Lo que a otras personas nos resulta relativamente sencillo, a ellas les cuesta un horror y, además, tienen que lidiar con la incomprensión de su entorno. Muchas veces lo peor no es padecer esta enfermedad, sino que no se llegue a entender cuánto puede llegar a complicar las cosas. Recuerdo haber conocido personas que tenían que estar de baja de su trabajo con cierta frecuencia por no poder moverse con normalidad en determinadas épocas. Es importante tener en cuenta que, además, un brote de fibromialgia se manifiesta periódicamente, de ahí que la normalidad absoluta no sea posible a corto plazo.
Por este motivo, el respeto y la empatía son fundamentales cuando trates con una persona que padezca esta enfermedad. La fibromialgia, aunque pueda estar desencadenada por factores como el estrés o los problemas cotidianos, no es en ningún caso una frivolidad. Es una dolencia considerada como tal por las organizaciones sanitarias que está considerada como crónica.