Este ha sido un año distinto, muy distinto, para la mayoría de los habitantes del planeta. La pandemia del Covid-19 ha hecho que nos planteemos muchas cosas, que nuestros horizontes vitales se tambaleen y que, de alguna u otra forma, las situaciones cambien. Este es un buen momento para replantearnos la celebración de la Navidad. No en vano, podemos darle una vuelta a toda esta situación y mejorarla desde lo interno.
Cambiar la Navidad y exaltar su vertiente solidaria es posible
Es indudable que, este año, van a ser unas Navidades distintas. Por un lado, porque las reuniones familiares se van a ver restringidas por ley, así como los desplazamientos. Otro aspecto no menos importante es que mucha gente va a tener menos dinero que gastar, y eso se va a notar.
Sin embargo, y en este contexto, podemos sacar lo mejor de nosotros en todos los sentidos. En primer lugar, porque tengamos la posibilidad de estar cerca de nuestros seres queridos. El segundo motivo es que esta es una buena ocasión para recordar que hay personas que están peor que nosotros y a las que podemos ayudar.
Las fechas navideñas, al fin y al cabo, superponen varias tradiciones. Pero este año, quizás, es un buen momento para recordar el misterio del Nacimiento y la austeridad. Y esta es también una buena ocasión para echar una mano a aquellas personas que menos tienen; hoy no es necesario hacer un gran esfuerzo para que otras personas vivan mejor.
Por ejemplo, puedes participar en una campaña de recogida de ropa. Seguro que hay algo que puedes dar y que puede ser utilizada por aquellas personas que lo están pasando peor. No en vano, esta es una buena manera de dar algo práctico y útil para los demás.
Otra opción es ayudar a los Bancos de Alimentos. Ahora mismo, hay cientos de miles de personas que se han quedado sin trabajo. Comprar un quilo de arroz, de pasta, aceite o conservas es una manera muy práctica de poner tu grano de arena en algo útil.
Finalmente, puedes aprovechar para hacer algún tipo de voluntariado eventual. Todas las personas tienen derecho a disfrutar de estas fiestas y, más que nunca, este es un buen momento para hacerlo.
Conclusión
La resiliencia está, precisamente, en la capacidad de sobreponerse a momentos duros. Si este ha sido tu caso, piensa que, una vez que los superas, quedas un escalón por encima de donde estabas. Y las fiestas son una ocasión perfecta para sacar lo mejor de ti en todos los sentidos. ¿No has pensado que le puedes dar una vuelta a esto y sentirte mejor?
La Navidad de 2020 va a ser diferente, sí, pero en nuestras manos está hacer que sea algo mejor. A fin de cuentas, no todo depende de los demás, sino que nosotros podemos hacer mucho. ¿Tú qué piensas de esta situación? ¿Cuál es tu expectativa ante las celebraciones de este año? Nos interesa tu opinión y en Emocodificación estamos encantados de escucharla.