Estamos en una sociedad que nos obliga constantemente a reinventarnos y explorar nuevas metas. Eso, en principio, está bien. Pero la noción de límite sigue existiendo y es bueno ponerla en valor porque tiene diversas connotaciones positivas, más de las que podemos imaginar. En el artículo, te explicamos cómo tú y los tuyos podéis aprovechar el potencial de asumir límites para vuestro crecimiento personal. Finalmente, te indicaremos cómo puedes recuperar la brújula de tu vida si en algún momento no has tenido claro este punto.
Asumir límites durante el proceso de socialización
En primer lugar, hay que recordar que los niños, al principio, son impetuosos. Esto significa que la asunción de límites es necesaria para la socialización. Dejar hablar al otro, no comer todo lo que hay en la mesa o no eructar en público son conductas que hay que aprender. No dejan de ser límites que se asumen, pero son harto convenientes para que la persona no se sienta marginada. Evidentemente, aquí la principal responsabilidad está en los padres y, en su defecto, en los cuidadores.
De esta manera, el niño podrá relacionarse sin problemas con los demás y sin sentirse excluido. De manera que estos límites son sanos para el desarrollo personal. Hay que tener en cuenta que, si queremos ser seres sociales, los vamos a tener que asumir en un primer momento.
Los límites en la edad adulta: cómo ser conscientes de hasta dónde podemos llegar
Cuando somos adultos, conocer nuestro límite es una forma de no hacer el ridículo. Si tenemos 50 años y somos más bien fondones, es obvio que no podemos aspirar a ganar la carrera de los 100 metros lisos. Tener esa dosis de realismo es condición sine qua non para no llevarnos decepciones que resulten desagradables. Muchas personas caen en depresión porque, pasado mucho tiempo y esfuerzos, ven que no estaban preparadas para lograr una meta.
Ahora bien, tenemos una segunda opción que puede ser interesante. Por ejemplo, que siendo consciente de esas limitaciones redirecciones la energía a un objetivo que sí puedes alcanzar. Aunque no ganarás los 100 metros lisos, sí puedes perder peso y mejorar tu salud gracias a la práctica del running. Por lo tanto, puedes administrar mejor tu tiempo para alcanzar metas que sí puedes lograr.
En este caso, es indudable que las limitaciones acaban cumpliendo con el papel de aliadas. Por esta razón, hay que darles la importancia que tienen porque te permiten crecer como ser humano.
Conclusión
En definitiva, podemos decir que la asunción de límites es capital en dos vertientes. La primera, cuando los transmitimos a nuestros hijos. Por otra parte, cuando ya de adulto buscas conseguir un objetivo, porque te servirá para asumir metas realistas. Estamos seguros de que utilizar un límite como aliado te permitirá alcanzar la felicidad a medio plazo.
Si necesitas ayuda para determinar mejor cuáles son los límites que deseas asumir, en Emocodificación te podemos ayudar. Te animamos a que contactes con nosotros para conocer todas las opciones que te ofrecemos. Estamos a tu disposición.