Las vacaciones de verano son una época de parar para recargar. Ahora bien, por desgracia hay muchas personas que no disfrutan de esta época y que vuelven peor de lo que se marcharon. Por lo tanto, es bueno considerar unas pautas para que esta sea una época placentera.
Pautas para pasarlo bien en tus vacaciones de verano (y no vivirlas como un suplicio)
Lo primero que hay que pensar es que las vacaciones son un paréntesis de nuestra vida normal. Sirven para descansar, pero, también, para que podamos disfrutar de aquellas aficiones que no podemos cultivar con normalidad en otros contextos.
Eso sí, lo que hay que tener presente es que este no es un momento para arreglar lo que no esté bien en nuestras vidas. Y esta es una cuestión central, puesto que las vacaciones de verano suelen ser la antesala de multitud de separaciones; muchas personas no se aguantan pero apenas conviven juntas durante el resto del año por el trabajo, cosa que no pasa cuando van de vacaciones. En consecuencia, antes de irte de vacaciones, asegúrate de que te has dicho lo que tenías que decirte.
Otro punto interesante está en el hecho de que se rompen las rutinas que habitualmente seguimos o, en su caso, las variamos. Esto no tiene por qué estar mal, siempre que luego sepamos tomar el ritmo correctamente.
Las siguientes pautas te ayudarán, pues, a disfrutar de las vacaciones y que estas no te generen problemas de futuro:
Vive el momento
Vivir el momento es uno de los principios de las vacaciones veraniegas. Si se trata de disfrutar, quédate con cada momento para que le puedas sacar el máximo partido. Un día de playa, un paseo por la montaña, una barbacoa o una visita al museo son pequeños momentos que puedes aprovechar al máximo.
Permítete improvisar
La improvisación es otra de las cuestiones que puedes cultivar en tiempos de vacaciones. ¿Hay algo que te apetece hacer y que otras veces no puedes? ¡Pues este es el momento! La idea es que te sueltes porque eso, desde luego, te va a sentar bien.
Date algún capricho
¿Te apetece comer algo distinto? ¿Quieres bailar? Siempre que sea con moderación, esta es una oportunidad para que te des un capricho. Puedes comer un helado, bailar una conga o comprar algo especial. No te sientas mal por eso.
Reduce al mínimo posible las obligaciones
Las personas que tienen familia a cargo suelen contar con algún inconveniente para tener espacios libres. Pues bien, lo que te recomendamos es que reduzcas al mínimo posible tus obligaciones. No en vano, hay que tener presente que tienes que intentar tratar con tus familiares la necesidad de tener tiempo para ti. Esta es una forma de que, efectivamente, disfrutes tus vacaciones.
Conclusión
Las vacaciones de verano, por muchos motivos, son una oportunidad de disfrute y de empezar con ganas nuevas etapas. ¿Quieres aprender a gestionar mejor tu tiempo? En Emocodificación te puedo ayudar a que saques partido a estos momentos. ¡Contáctame!